Entrevistando a Gus Cortés de Funky Cinema
¿Quién no conoce a “Funky Cinema”? Bueno, creo que no me equivoco si digo todos!
El enorme gusto fue tener a Gus Cortes, co-founder de “Funky Cinema”, en mi ciber espacio. Su energía positiva, las locuras impulsivas y forma peculiar de contar el tema de vídeo de bodas no le deja indiferente a nadie.
Sus principios fueron en el lejano 2002. Cuenta cómo se sorprendía la gente al saber que iba a dedicarse a los vídeos de bodas. Cosa que hoy no es tan novedosa gracias al esfuerzo de los grandes profesionales como Gus Cortés y muchos otros. Su paso por las grandes productoras le ayuda sobre todo en tratar a la gente difícil. Luego claro, trabajar con vídeo le facilita el tema de hacer bodas. Aunque Gus cree que la experiencia en tu trabajo anterior por supuesto te ayuda seas zapatero o vendedor de tacos. De allí la conclusión: el aprendizaje y el conocimiento van siempre unidos. La mejor forma de aprender y evolucionar es practicar, practicar, practicar, dice Gus. En los talleres y workshops que hay hoy en día el aprendizaje es mutuo. Aprenden los alumnos de sus tutores, y los tutores de sus alumnos.
Tocamos el tema de cámaras. La importancia de una cámara recién salida al mercado o mejor algo normal, profesional pero no tan sofisticado. Y la respuesta es muy interesante. Gus opina que el equipo es importante, aunque en el futuro no será el detonante para crear el vídeo de boda. El detonante siempre será el autor. Gus se considera así mismo el autor de vídeo. Y cuenta una curiosa historia sobre un joven de 22 años que hace vídeos de bodas con un iPhone y un iPad. Cosa muy sorprendente.
Curiosamente de ahí pasamos al tema de los precios. Un tema que da mucho para hablar. Lo sorprendente es que ahí, aquí o donde sea los problemas son los mismos. Una novia quiere algo palpable por sus 10000 pesos, como dice Gus Cortés. Quiere ver una cámara en su boda grabar, etc. Cosa que él nunca ha entendido. Y nos hace un ejemplo ¿Quieres saber que ejemplo contó Gus? Ponte cómodo y dale al “play”.
Pero si decides seguir leyendo te comento más cosas de la charla con él. El ejemplo nos llevó a las tecnologías nuevas, al mundo virtual, a la posibilidad de compartir la energía de un vídeo de boda a través de internet con una persona en cualquier parte del mundo. Tú subes el vídeo y lo ven en todo el mundo, y de repente se hace viral. Cosa que antes fue imposible.
Hablamos de su hija. Su fuente de inspiración. Sus pasos de evolución por encontrar la inspiración en fotografía de boda, en sus locuras, en si mismo.
Volvimos al tema de dinero. Ésta vez desde otra perspectiva. Desde el punto de vista de un empresario sobre todo. Porque lo primero el vídeo de boda es un negocio. Es tu negocio. Que te da para comer. Piensa con la cabeza fria. Y si en una situación tienes que decir “No”, la palabra más difícil en el mundo, la dices desde el punto de vista de un empresario que eres.
La conversación fluye y sigue su cause. El que nos lleva a hablar sobre la cantidad de cámaras, la cantidad de gente que trabaja en su equipo. Nuevamente sorprendida: los años de experiencia a hambre, como dice Gus Cortés, le llevan a un nuevo nivel. Al nivel donde al cliente ya no importa el numero de cámaras, el precio. Lo único que quiere saber el cliente (una pareja) es si está libre la fecha para que él, Gus Cortés, les grabe ese tan hermoso, tan bello, tan deseado vídeo de boda. Subraya varias veces que todo ésto es una larga etapa de 14 años de aprender, probar, evolucionar como el videógrafo profesional.
En el futuro le gustaría que el tema de vídeo de boda se avanzaría más, que los videógrafos dejaran de regalar su trabajo, que las parejas respetasen el vídeo de autor. Y que los profesionales del vídeo se arriesguen más saliendo de la zona de confort. Porque saliendo de la zona de confort, los que van delante y cambian la percepción del mundo sobre el vídeo de boda, han conseguido ser primeros y mejores porque salieron de su zona de confort.
No olvidamos preguntarle sobre tres consejos para vídeógarfos. Y quiero destacar uno de ellos. Es un consejo con el enfoque global. La posibilidad de usar el lenguaje audiovisual para sembrar la semilla de ganas de casarse o juntarse para vivir juntos y querer un vídeo de boda para guardar recuerdos como para la pareja igual para sus hijos, nietos, etc.
Para ser sincera creo que es el mejor consejo y el mejor objetivo que he oído a lo largo de todas las entrevistas y charlas con compañeros profesionales que he tenido.
¿Sientes ganas de ver la entrevista completa? No esperes más dale al “play”.
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